Me encontré, buscando unos monologos de humor que incorporar a una presentacion en el municipio donde vivo, algunas cosas simpaticas de esta alocada, madura y transgresiva señora menopausica y eternamente joven...Bella Pubicati.
Se que sus autores disfrutaran que se promueva su trabajo, asi que le puse cara con un dibujito que me mandaron por Face hace un tiempo y aqui les dejo una de las consultas psicologicas de Doña Bella:
Consulta
11/2003
Tengo un problema para olvidar a mi exnovio. Salgo con amigas, me emborracho, me voy con hombres esculturales, hago cualquier cosa pero no puedo. ¿Qué me aconsejas que haga?
ANATOLIA
Querida Anatolia:
Déjame decirte algo:
¡MAL! ¡Lo estás haciendo fatal!
El alcohol, el sexo, las drogas y los vicios en general, no son la solución para olvidar, salvo que por culpa de ellos pierdas el sentido y entres en coma. Y puestos a elegir, que sea con el sexo, ¡que quieres que te diga!
Pero, como todas sabemos, existen pocos hombres, mujeres, animales o cosas que causen ese efecto. Ciertas clases de araña y la Mantis religiosa se comen a sus parejas durante la cópula, y la verdad, resultaría muy desagradable ser comida durante el sexo. Aunque dependen de cómo te coman. Mmmm. En fin, que no.
Que la solución es otra. Y para ayudarte, te voy a ofrecer dos consejos para que puedas elegir.
Consejo 1--
Desperdicias una energía extraordinaria en intentar olvidarlo cuando la podrías emplear para ensalzarlo y elevarlo a la categoría de dios o semidiós (dios con cuerpo de hombre. ¡Y qué cuerpo!).
Porque el hizo un milagro. Te hizo feliz, y en la tierra no hay nada más difícil que hacerte feliz. Y él lo consiguió. Te llevó a un lugar maravilloso en el que todo era amor y dulzura. Un lugar en el que seguro muy pocos hombres y mujeres han estado.
Incluso te hizo llorar de felicidad al decirte: "Hemos acabado", o cuando lo vistes con aquella pelandrusca, porque sabías que entre vosotros dos había AMOR.
Por eso le construirás un altar en el que hacer ofrendas. Y lo llamarás "mi señor Cari". Y le dedicarás tu vida y verás como tu vida desaparece por el desagüe.
Consejo 2--
Hablar contigo misma. Como mujer esto debes hacerlo con asiduidad. Lo que ocurre es que una de las dos partes que habla no se entera lo que le dice la otra. Para ello te recomiendo que practiques el siguiente ejercicio:
Colócate ante el espejo y di: "me llamo Anatolia", y permanece callada mirando tu imagen en el espejo.
Al cabo de un tiempo, te darás cuenta de que no puedes ir por la vida con ese nombre, ¡por Dios!. Y ahí empezará tu cambio.
Continúa delante del espejo y di: "Mi Papito me dejó". Tras esto quédate mirando los ojos, tus ojos en el espejo. Algo dentro de ti se revolverá. Lo notarás. Y como una chispa de un mechero surgirá de tu yo interior, tu yo auténtico un pensamiento: " ¡pues que le den pol culo!". Y ya habrás dado un segundo paso.
Por último, aún delante del espejo, debes decir: "y no lo necesito". Y tomarás tu bolso y saldrás a la calle y te habrás liberado.
Ya estarás preparada para salir con tus amigas, emborracharte e irte con hombres esculturales. O para hacer lo que te apetezca, querida. Incluso volverte a enamorar.
Carpe Diem.
BELLA PUBICATTI
Se que sus autores disfrutaran que se promueva su trabajo, asi que le puse cara con un dibujito que me mandaron por Face hace un tiempo y aqui les dejo una de las consultas psicologicas de Doña Bella:
Consulta
11/2003
Tengo un problema para olvidar a mi exnovio. Salgo con amigas, me emborracho, me voy con hombres esculturales, hago cualquier cosa pero no puedo. ¿Qué me aconsejas que haga?
ANATOLIA
Querida Anatolia:
Déjame decirte algo:
¡MAL! ¡Lo estás haciendo fatal!
El alcohol, el sexo, las drogas y los vicios en general, no son la solución para olvidar, salvo que por culpa de ellos pierdas el sentido y entres en coma. Y puestos a elegir, que sea con el sexo, ¡que quieres que te diga!
Pero, como todas sabemos, existen pocos hombres, mujeres, animales o cosas que causen ese efecto. Ciertas clases de araña y la Mantis religiosa se comen a sus parejas durante la cópula, y la verdad, resultaría muy desagradable ser comida durante el sexo. Aunque dependen de cómo te coman. Mmmm. En fin, que no.
Que la solución es otra. Y para ayudarte, te voy a ofrecer dos consejos para que puedas elegir.
Consejo 1--
Desperdicias una energía extraordinaria en intentar olvidarlo cuando la podrías emplear para ensalzarlo y elevarlo a la categoría de dios o semidiós (dios con cuerpo de hombre. ¡Y qué cuerpo!).
Porque el hizo un milagro. Te hizo feliz, y en la tierra no hay nada más difícil que hacerte feliz. Y él lo consiguió. Te llevó a un lugar maravilloso en el que todo era amor y dulzura. Un lugar en el que seguro muy pocos hombres y mujeres han estado.
Incluso te hizo llorar de felicidad al decirte: "Hemos acabado", o cuando lo vistes con aquella pelandrusca, porque sabías que entre vosotros dos había AMOR.
Por eso le construirás un altar en el que hacer ofrendas. Y lo llamarás "mi señor Cari". Y le dedicarás tu vida y verás como tu vida desaparece por el desagüe.
Consejo 2--
Hablar contigo misma. Como mujer esto debes hacerlo con asiduidad. Lo que ocurre es que una de las dos partes que habla no se entera lo que le dice la otra. Para ello te recomiendo que practiques el siguiente ejercicio:
Colócate ante el espejo y di: "me llamo Anatolia", y permanece callada mirando tu imagen en el espejo.
Al cabo de un tiempo, te darás cuenta de que no puedes ir por la vida con ese nombre, ¡por Dios!. Y ahí empezará tu cambio.
Continúa delante del espejo y di: "Mi Papito me dejó". Tras esto quédate mirando los ojos, tus ojos en el espejo. Algo dentro de ti se revolverá. Lo notarás. Y como una chispa de un mechero surgirá de tu yo interior, tu yo auténtico un pensamiento: " ¡pues que le den pol culo!". Y ya habrás dado un segundo paso.
Por último, aún delante del espejo, debes decir: "y no lo necesito". Y tomarás tu bolso y saldrás a la calle y te habrás liberado.
Ya estarás preparada para salir con tus amigas, emborracharte e irte con hombres esculturales. O para hacer lo que te apetezca, querida. Incluso volverte a enamorar.
Carpe Diem.
BELLA PUBICATTI
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